Cuenta la leyenda, que la mayor história de amor jamás contada, aconteció en Úbadat «La Ciudad Encantada». Ancianos recuerdan, que un trobador llegado del Reino de Granada, en mil batallas curtido y blandiendo en su diestra una espada, divisó a una bella doncella, triste sombra prisionera, en la más alta torre del castillo del malvado Dragón Bocanegra.
Qué divina silueta,
con hilos de seda al viento
Cuál pena maldita
convierte su cara en hielo
El Dragón Bocanegra
su prisionera me hizo
si me amas con pasión
podrás romper el hechizo
El valiente trovador, sin pensarlo dos veces, en el castillo se adentró.
Peligrosas trampas y obstáculos, con su astucia, sorteó.
Escaramuzas con extrañas criaturas con su espada libró.
Y, hasta que un río de lava, sin dudarlo, atravesó,
pero una difícil prueba final aún le quedaba por afrontar.
Por mil flechas de cupido
es que me dirijía a ti embravecido
libera a mi divina doncella
y al resto de los cautivos
Con nobles sentimientos
ya vinieron caballeros armados
terminando todos ellos
en mi fuego abrasados.
El astuto trovador, al Dragón con ávida charla embaucó. Sacó de su zamarra un misterioso polvo y lanzándoselo a los ojos al Dragón cegó, y cuando la furia del infierno al joven quiso lanzar, sólo su corazón pudo oir en mil pedazos estallar.
Mi galán, mi salvador,
me has liberado de mi cautiverio
Aunque no sé si saldremos vivos
de ete gigantesco incendio
No os asustéis mi blanca belleza
ni los mágicos seres aquí retenidos
salgamos del Castillo con presteza
que con gran fiesta seremos recibidos
En el bosque todos fueron recibidos con gran pompa y boato, y las Adas del bosque con una hija su amor premiaron.
Para comer perdices os esperamos en estas maravillosas tierras de Baeza, para que podamos compartir nuestra dicha.